El Tin-Tin es una danza que tuvo su momento de auge a
mediados del siglo diecinueve, en su coreografía primitiva las mujeres
descalzas, agitan sobre sus cabezas un pañuelo. Una simbología básica: la mujer
pobre, sin calzado, despide a su amado que marcha bajo alguna de las divisas
que coloreaban nuestras guerras fraticidas.
El Tin Tin fué una onomatopeya usada para coplillas
infantiles y canciones de cuna decimonónicas, fue también una fórmula popular usada
para componer coplas de carácter más irónico y picaresco.
Las coplas Tin Tin
también conformaron un intercambio de ida y vuelta entre las poéticas partidarias durante la Guerra
Grande. En uno y otro bando la consigna era clara: asustar al enemigo y
envalentonar a las propias filas, mediante un instrumento de transmisión oral,
que llegaría sin duda a más personas que el medio escrito: las rimas cantadas o
recitadas. Muchas veces las tropas quedaban parapetas a una distancia en las
que podían escucharse (cuando se callaba
el tronar de las armas) versos de carácter ofensivos y zahirientes con vista de
influir en la moral tanto de un bando como de otro.
La construcción de un enemigo salvaje y cruel y retratar a sus tropas como heroicas y abnegadas, fue una táctica de manual.
Desde
la Defensa comienza a circular la historia de que las tropas sitiadoras
degüellan a sus prisioneros cantando una canción de cuna: “Tintín de la Aguada / tintín del
Cordón / gallina guisada / pato con arroz / ¡violín, violon!” . Claras
alusiones a combates, ganados por unos y por otros perdidos, la imagen del
enemigo devorado, la imagen del
enemigo caníbal desata un intercambio
de coplas, de tin-tines que mantienen
de manera dramática el macabro juego
de enmascarar los horrores de la guerra con una tonada infantil.
Degüellaciones
recoge diversos fragmentos de esa poética oral transducidos a un medio escrito,
conformando un collage de imaginerías de distintos bandos, de distintas voces reproducidos
en la prensa escrita durante esos años oscuros y fatídicos, transitados en
nuestras penillanuras suavemente onduladas.
Degüellaciones
/ collage sobre fragmentos de prensa escrita.
El
Nacional, 23 de marzo de 1843
El
Tambor de la Línea, 1843
La
Aurora, 1 mayo 1863
El
Telégrafo de la Línea, nº 20, 1845
El
Negro Timoteo, nº3, 1895
El
Nacional, 29 de marzo de 1843
Audio
grabado el 1 de agosto en MT Estudio de Grabación y Ediciones Fonográficas. Técnico
de grabación: Mauricio Trobo.
Juan
Angel Italiano: voces.
Para
el álbum ¡Turututú! ¡brin brum bram! los cañonazos
Folder:
sobre tapa del álbum mencionado
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